martes, 14 de mayo de 2013

El Qi y la Artes Marciales Internas



  
En el Lingshu  se dice: "el hombre vive con el Qi del cielo y la tierra" y "el cielo y la tierra se unen para brindar el Qi que proporciona la vida".

Para los chinos, el significado original del término es "energía universal". A cualquier tipo de energía que haya en el universo se le llama Qi; es la razón de que el cosmos exista y con él la vida. Respecto al hombre, el Qi es responsable de la vida celular y de la generación de calor, movimiento, sonido y lo que se conoce en la actualidad como energía bioeléctrica.

Cualquier fuerza muscular, movimiento o pensamiento tiene su origen en el Qi. Esta energía bioeléctrica se dirige a través del pensamiento consciente, de la voluntad, y ésta a su vez se genera a partir de una cualidad mental, que es el conocimiento.

En la medicina tradicional china el cuerpo físico pertenece al yang porque puede verse y tocarse, mientras que el Qi pertenece al yin, ya que sólo puede sentirse. El Daoyin o vía del yin, es el método para aumentar el Qi, lo yin, lo intangible, porque es la raíz que anima el cuerpo, yang, para que manifieste su poder y su fuerza. Por su naturaleza intangible o yin, todas las prácticas de Qi implican sensibilidad, visualización y escucha. 



TIPOS DE QI


Qi original o Yuan Qi
Es el más importante de todos los tipos de Qi. Viene de nuestros padres y, a través de ellos, de los orígenes de la vida misma. Según la medicina tradicional china, este Qi se distribuye por todo el cuerpo hasta los órganos internos y externamente hasta la piel y los poros. Es el responsable de que el desarrollo intrauterino sea normal y después de nacer se sustenta de los nutrientes que provienen de los alimentos y la respiración. Radica en los riñones y constituye el yin del Riñón, la esencia vital.

Qi respiratorio o Zhong Qi
Lo obtenemos a través de la respiración y viene del cielo. Su función principal es actuar como el motor que mueve los órganos y los músculos a través de su aporte de oxígeno. El oxígeno es la molécula que ejerce de gasolina para producir energía, y sin él moriríamos. También promueve los latidos cardíacos, la visión, la audición, la voz, los movimientos.
En Taiji se distinguen tres tipos de respiraciones: natural, abdominal y abdominal inversa. Esta última es característica del estilo Chen. Las posiciones estáticas o la ejecución de la forma implican un ejercicio respiratorio unido al trabajo con la sensación de Qi. Sin esta sensación, la voluntad o yi no puede alimentar con Qi el dantian.

Qi nutritivo o Ying Qi
Viene de la tierra y del proceso de extraer las sustancias fundamentales de los alimentos que ingerimos, que realizan el Bazo y el Estómago. Circula con la sangre y se distribuye a través de los vasos sanguíneos. El Qi nutritivo y la sangre siempre van juntos.
En medicina tradicional china se dice que según sea el sabor de los diferentes alimentos se estimularán unos órganos u otros. El sabor picante estimula el Pulmón; el ácido al Hígado; el dulce al Bazo; el amargo al Corazón; y el salado al Riñón. Todos son necesarios para tener un Qi nutritivo equilibrado. Además, los alimentos y las bebidas frías agotan el Qi del Bazo y el Qi nutritivo. Para no consumir nuestras reservas es aconsejable tomar bebidas del tiempo o tibias.
En China es tradicional el uso de plantas para fortalecer y tonificar el Qi, que pueden utilizarse como infusiones o en fórmulas preparadas. Por ejemplo, la raíz de astrágalo o Huangqi reabastece el Qi del Bazo y Pulmón, hace ascender el yang, y es dulce y ligeramente tibia. Está presente en fórmulas muy antiguas de la farmacopea china, como la Guipitang, que fortalece el Qi y la sangre, trata las palpitaciones, la ansiedad y la falta de memoria.
Otra raíz que se utiliza en América es la yuca, conocida en China como shanyao. Es dulce y neutra, y fortalece el Bazo, el Pulmón y el Riñón. Si se come cocida trata la astenia, las poluciones nocturnas, la poliuria, síntomas del desgaste del Qi de los riñones, el Qi ancestral. Para este problema también existe la fórmula Zhi Bai Dihuang Wan.
El ginseng o renshen es la raíz más común para restablecer el Qi. Es dulce, tibio, tonifica el Bazo y los pulmones, es decir, las fuentes de la energía. Existen tres variedades;  la americana, que se utiliza más para los hombres; la siberiana usada sobre todo para las mujeres; y el ginseng coreano, más tonificante que los dos anteriores pero contraindicado en el caso de personas nerviosas, calurosas o con fiebre o dolores agudos.

Qi defensivo o Wei Qi
Principalmente viene del Qi de los alimentos, y se lo conoce como "yang defensivo". Circula por los meridianos, la piel, los músculos y los órganos internos. Defiende el cuerpo de las enfermedades, regula la temperatura corporal y lubrica la piel y el pelo.
Si se contraen resfriados con facilidad, se siente a menudo frío en el cuerpo, y los ojos aparecen sin brillo, puede ser por falta de Qi defensivo. Todo esto mejora con una adecuada tonificación. Para ello los antiguos maestros descubrieron que puede tonificarse el Qi a través de prácticas lentas, relajadas y acompañadas de respiraciones profundas. Por eso el Taiji está especialmente indicado para reforzar este tipo de Qi.




LAS FUNCIONES DEL QI


Impulsora: promueve el crecimiento del cuerpo, la función de los órganos y los meridianos, la circulación de la sangre y la distribución de los líquidos.
Termorreguladora: mantiene la temperatura vaporizándose como una sauna. El Qi se describe como una olla a vapor que llena nuestro cuerpo como si infláramos un balón. Es la misma mecánica que en peng, la primera fuerza del Taiji.
Defensiva: si los factores nocivos invaden nuestro cuerpo, el Qi defensivo los combate y si es fuerte los expulsa.
De control: controla los líquidos para que no se agoten ni extravasen. Por ejemplo, la orina en exceso, demasiada sudoración o la eyaculación precoz, son signos de debilidad del Qi en esta función.



LA CIRCULACIÓN DEL QI


El Qi circula por todo el organismo y se mueve en cuatro formas básicas: asciende, desciende, entra y sale. Su primera vía de circulación la constituyen los meridianos, luego la piel, los músculos, tendones, órganos internos, huesos y por último, la médula ósea, donde el Qi se mueve como una gran ola de energía.

El Qi actúa dentro de cada persona como vía de comunicación entre la esencia vital y el núcleo central o shen, es decir, entre el ser físico y el mental. Esto es muy importante para todo practicante de artes marciales internas, porque el Qi no es sólo la energía en sí, también es la comunicación con el shen o espíritu.

El Taiji es una herramienta de acceso al conocimiento espiritual a través del cultivo y la circulación del Qi. Si se permanece a la escucha del Qi para llegar a sentirlo, después podrá cultivarse y hacerlo circular, entrando así en contacto con el espíritu. Este es el objetivo que persiguen tanto las grandes tradiciones místicas hindúes como las occidentales. El fin último del Taiji va más allá del mantenimiento de la salud física, mental y espiritual de las artes marciales y del combate, pues se adentra en la búsqueda de la unidad con la esencia vital de cada persona. Una vez alcanzado este punto la energía puede manifestarse para curar otros o a uno mismo, para la lucha, el autoconocimiento, el arte, etc.

Esto conlleva muchos años de práctica que pueden ser muy fructíferos si se cuenta con una enseñanza adecuada y una actitud de investigación y alerta. Por eso es muy importante aprender de un profesor que conozca el proceso, aunque no lo haya completado. La actitud tradicional del enseñante es esperar intuitivamente a que el alumno descubra estas etapas por sí mismo, sin forzarlo.

Todos los estilos de lucha chinos tienen muy claro su objetivo final y cómo llegar a alcanzarlo. En el mundo del Taiji si nadie orienta a un practicante puede dar vueltas durante muchos años sin obtener resultados. Este artículo intenta ofrecer datos que puedan ser útiles en esta andadura hacia el conocimiento y que, personalmente, me han ayudado mucho. Un ejemplo es la teoría de los meridianos.



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